Mujeres que hicieron historia

Olimpia de Gouges

(1748 – 1793)

Su verdadero nombre era Marie Gouze, pero eligió ser conocida como Olimpia de Gouges. Fue autora de la Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana. Novelista y luchadora por la abolición de la esclavitud. También considerada una de las precursoras del feminismo. En 1792 escribió y realizó una obra de teatro llamada La esclavitud de los negros, por el que estuvo encarcelada en la Bastilla durante varios días. Luchó incansablemente por la igualdad de los derechos entre varones y mujeres. Murió en la guillotina a los 40 años, condenada por todas sus luchas.

Nació en Montauban, Francia. Era la hija oficial de un carnicero llamado Pierre Gouze y de Anne-Olympe Mousset. Sin embargo, se sostiene que era hija bastarda de un poeta al que ella admiraba mucho, el marqués Le Franc de Pompignan, con quien nunca tuvo éxito en la búsqueda de reconocimiento.

Su vida conyugal comenzó muy joven y fue fugaz. Se casó a los diecisiete años con Louis Aubray, con quien tuvo un hijo. Pero a los veinte, aburrida de la vida conyugal, se fue del domicilio y se refugió en Paris donde comenzó a frecuentar los salones literarios de la “corte” francesa pre revolucionaria. Aunque su marido falleció poco después, nunca más volvió a casarse.

Fue en Paris donde se reinventó con el nombre de Olimpia (Olympe) proveniente de su madre. El nombre Gouze lo cambió por De Gouges y siempre se negó a ser reconocida como la “viuda Aubry” luego de la muerte de su marido.

Para lograr ser novelista, tuvo distintos impedimentos, uno de ellos fue que apenas sabía escribir. Sin embargo, dictaba sus textos de una manera excepcional. Se conoce una frase dicha por ella en La fierte de l¨nnocence que resume esta idea; “Dicto con mi alma, jamás con mi mente”.

Su actividad política comenzó con la publicación de distintas propuestas de reformas sociales e impositivas. También dirigió el periódico L’ Impatient.

En la revolución francesa la motivó la lucha por la igualdad de los negros y las mujeres. Es la autora de dos famosas frases revolucionarias: “La mujer pretende gozar de la revolución y reclamar sus derechos a la igualdad” y “La mujer tiene el derecho de subir al cadalso: debe tener también el derecho de subir a la Tribuna”. Y escribió novelas que transformó en obras de teatro sobre la esclavitud de los negros como Zamore et Mirza en 1785.

Aunque expresó y defendió distintas ideas relacionadas al derecho al divorcio de mutuo acuerdo, al derecho de los hijos a llevar el apellido materno y paterno y a distintos derechos relacionados con los hijos extramatrimoniales, entre sus logros más importantes y trascendente se encuentra sin duda la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana.

El texto reproduce, aunque adaptado a la mujer, la Declaración de los Derechos del Hombre, pero citaremos únicamente algunos fragmentos para comprender su idea: “Las madres, hijas, hermanas, representantes de la nación, piden que se las constituya en asamblea nacional. Por considerar que la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos de la mujer son las únicas causas de los males públicos y de la corrupción de 105 gobiernos, han resuelto exponer en una declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados de la mujer…”

“Artículo I. La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales no pueden estar basadas más que en la utilidad común.

Artículo VI. La ley debe ser la expresión de la voluntad general; todas las ciudadanas y ciudadanos deben contribuir personalmente o por medio de sus representantes, a su formación; debe ser esta la misma para todos: todas las ciudadanas y todos los ciudadanos, siendo iguales ante los ojos de la ley, deben ser igualmente aptos para todas las dignidades, puestos y empleos públicos, según sus capacidades, sin otra diferencia que sus virtudes y sus talentos.

Artículo XIII. Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de la administración serán iguales las contribuciones de hombres y mujeres; la mujer participará en todas las tareas ingratas y penosas, por lo tanto, debe tener derecho a participar en el reparto de puestos, empleos, dignidades e industria.”

La declaración cierra expresando “Mujer, despierta: la campana de la razón se hace oír en todo el universo. Reconoce tus derechos”.

Con el texto, y durante esos años, Olimpia de Gouges denunciaba que la revolución había olvidado a las mujeres en su proyecto igualitario y liberador.

Olimpia de Gouges fue guillotinada el 3 de noviembre de 1793 luego de ser raptada en julio de ese mismo año. Durante esos meses, en su estadía en prisión siguió defendiendo y difundiendo sus ideales. Fue persistente en la idea de solidaridad entre las mujeres, expresaba para ellas: “Sean más sencillas, más modestas y más generosas unas con otras”.

 

Biografía

Borrelli Azara, Gabriela; Lecturas Feministas, escritos desde el siglo V a C. hasta el presente, CABA, 2019, pág. 35.

Auuffret, Séverine; Historia del feminismo, de la antigüedad a nuestros días, CABA, 2019, págs. 356-359.