María Angélica Barreda

María Angélica Barreda, la primera mujer abogada del país, nació en la ciudad de La Plata el 16 de mayo de 1887 y falleció el 21 de julio de 1963. Se graduó en la Universidad Nacional de La Plata en diciembre de 1909.

Su nombre la puso en la historia no solo por esa circunstancia, sino también porque abrió el camino a otras mujeres al superar barreras discriminatorias que impedían el ejercicio de esa profesión.

Ante la resistencia patriarcal del Procurador de la Provincia de Buenos Aires que se opuso a su matriculación en la Provincia, debido a factores como los estereotipos de género sobre los roles que  como mujer debía desempeñar en la familia y en la sociedad–madres y amas de casa-, junto a leyes discriminatorias que privaban a las mujeres de la ciudadanía, María Angélica tuvo que reclamar a la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires que la dejaran ganar el pan con su trabajo, partiendo de la noción de dignidad al señalar que no tenían atribuciones para juzgar su diploma.

El Superior Tribunal provincial –con la disidencia de uno de sus miembros-, luego de recordar las incapacidades de las mujeres, tales como la carencia de derechos políticos, hizo lugar a la inscripción a la matrícula como abogada, pero con la particularidad que ello no la habilitaba a todas las funciones inherentes a la abogacía, ya que se negaba a ese colectivo el acceso a la magistratura.

En el combate argumentativo que luce en su defensa, se interpela a la sororidad de este modo: “algunas personas piensan que conferir el diploma de abogado a la mujer no significa crear la mujer abogado sino la mujer hombre, absurdo ante el cual se detienen como ante un sacrilegio demoledor. Ese criterio corriente o más bien vulgar es el que seguramente ha inspirado aquella frase cómoda del Sr. Procurador de que se chocaría por tierra toda nuestra legislación con ese permiso. Entre nosotros, las mujeres han triunfado en las otras profesiones y continuarán conquistando palma a palma la regla igualitaria que persiguen en justicia”.  Esta frase resuena aún hoy al seguir pendientes obstáculos para alcanzar la paridad relativa a la participación de las mujeres como profesionales en todos los órganos y en todos los niveles de los sistemas de justicia, como en otras tantas asignaturas, donde es necesario modificar los patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad de género.

En el día de la abogacía, que su nombre sea símbolo de la lucha de los derechos humanos de las mujeres.

 

Fuentes:

Leiva, Alberto David, “La matriculación de la primera abogada Argentina”, www.ladefensa.com.ar

17-04-2017 Conmemoración del nacimiento de la Dra. María Angélica Barreda, primera mujer abogada del país, www.scba.gov.ar